En Cádiz, bajo el mar
El 14 de noviembre de 1946, nueve días antes de cumplir setenta años, fallece Manuel de Falla en su casa de Alta Gracia a causa de una parada cardíaca mientras duerme. El 22 de diciembre sus restos son embarcados rumbo a España y, acompañados de su hermana María del Carmen, arriban al puerto de Cádiz el 9 de enero de 1947. Su cuerpo será depositado definitivamente en la cripta de la catedral de su ciudad natal.
En su libro de memorias La arboleda perdida, Rafael Alberti relata la visita que hizo, ya octogenario, a la catedral y su descenso a la cripta para ver la tumba de Manuel de Falla. En tono evocador y nostálgico, lleno de delicadeza, escribe Alberti: «Y ahora se halla aquí, en esta profundidad de Cádiz, rodeado de peces agitados que le inquietarán el sueño»4141. ALBERTI, R. La arboleda perdida (segunda parte). Barcelona, Seix Barral, 1987, p. 229..